Es sobre mi jardín,mi huerto, mis gallinas,la floristería sus follajes y flores.De la cocina y mis postres,las tristezas y las alegrías,de los viajes,sus comidas y la gente. El compartir en la terraza con mi familia y amistades.De mi Isla Puerto Rico,sus pueblos,sus fondas y sus playas.De ver como todo a tu alrededor va cambiando y lo que fue un día hoy ya no lo es y que al final a la tierra siempre se vuelve.
lunes, 29 de octubre de 2012
Detenida en el tiempo...
La llave produjo un espantoso ruido cuando giró en la cerradura, y cuando la puerta estuvo abierta a un vestíbulo vacío y entramos, escuché los sonidos de murmullos y llantos, y el roce de telas, como de gente moviéndose en sueños, a punto de despertar. Entonces, instantáneamente, un espíritu de gran tristeza vino a mí, empapando mi alma; mis ojos comenzaron a arder y picar y en mi corazón advertí una extraña sensación, como si algo que había dormido por años se desenrollara. Todo mi ser, incapaz de resistir, se rindió inmediatamente al espíritu de la melancolía más profunda, y el dolor de mi corazón, mientras las Cosas se movían y despertaban, por un momento se hizo demasiado fuerte para expresarlo en palabras...
http://www.letropolis.com.ar/2006/05/blackwood.htm
Muchas veces nos aferramos al pasado, un pasado que quizás no queremos dejar ir ya sea por tristeza,dolor,rencor o no aceptación. Sabemos que la muerte es lo único que tenemos seguro pero no queremos aceptarla y mas si es de un familiar muy cercano.
Recientemente entre a la casa de mi abuela aquella que me crío, me dio consejos, crió a sus nietos,aquella que en las tardes les preparaba el sandwich de jamón y queso cuando llegaban de la escuela, el lugar de cuido cuando el niño se enfermaba y no podía ir a la escuela. La que en unión y ayuda de mi tía Juanita hacían el arroz con corn beef y papitas fritas o amarillitos. Era el punto de reunión de la familia ya fuese un Viernes Santos donde se preparaba el arroz con gandules y pescado en escabeche y luego de caminar la procesión o verla en la esquina McKinley nos reuníamos a comer. Aquella casa donde el día de Acción de Gracias llegábamos en la tarde a comer los pavos que preparaba mi tía, si los pavos por que no era uno eran dos por que se le llevaba siempre a algún vecino o amigo (aquí tengo que mencionar algunos como Salsa que llegaba con mi tío, Valdés que en las tardes llegaba a tomar café con su lista de la lotería) con un relleno de carne molida y el día de Navidad no podía faltar el pernil asado con arroz con gandules y pasteles. La víspera de Reyes se preparaba durante el día el caldero de arroz con dulces y se colocaban los platos en la mesas para repartir a la familia y amigos. El día de Reyes los nietos, sobrinos e hijos llegaban a buscar el regalo de reyes y a comer el famoso jamón con piña y ensalada de papa.
Son unos recuerdos maravillosos que nunca olvidaremos y tendremos en nuestros corazones.
Detenida en el tiempo... quedo aquella casa que luego de casi 10 años todavía esta intacta con todos sus recuerdos, sus muebles y donde el polvo arropa sus pisos y muebles.
Que cuando entraste, escuchaste esa sonrisa y su voz que te quería decir estoy aquí recuérdame, déjame evolucionar,déjame partir por que estoy en otra vida: en la espiritual.
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